La XIX feria de ganadería y artesanía agroalimentaria dio lugar en Ojacastro el pasado fin de semana con una sorprendente participación de miles de personas. Como muchos sabéis, Ojacastro es una acogedora localidad cercana a Ezcaray donde se celebró una nueva edición de esta feria a la que hemos acudido muchas veces y nos consta que, entre otras cosas, el hábito lector siempre tiene cabida entre sus concurrentes venidos de muy dispares regiones. Además, este año resultaba más grato aún porque unido a ese constante curioseo por parte de los lectores sobre nuestras obras literarias, han ocurrido varias cosas que os queremos contar.
La primera de todas ellas es que ya se vislumbra la publicación de la segunda entrega de la colección infantil «Jairo y Lucía nos cuentan La Rioja», titulada «La geniecilla cantera» que, al igual que «La espina del esturión», pretende dar visibilidad al trabajo de la mujer rural de nuestra región en la actualidad. En este caso, Adriana dará voz no sólo a su oficio de cantería creativa, sino a todo el valle por el que discurre el río Oja.
La segunda tiene que ver con el día internacional de las mujeres rurales que se celebró el pasado domingo 15 de octubre. Muchas fueron las que lo celebraron al venir desde sus respectivos lugares a Ojacastro para dar visibilidad a sus productos. En su puesto, Adriana exponía, además de sus piezas en piedra, proyectos que están llevando a cabo en el pueblo (manzanas deshidratadas, avellanas de la zona…) y proclamaba a todo aquel curioso que ya se había abierto la preventa de este título, «La geniecilla cantera». No cabe duda de que es un apoyo fundamental para que vea la luz esta nueva historia a finales de noviembre.
Y la tercera es que volvimos a salir encantados del buen discurrir de la feria, de las buenas charlas con nuevos lectores-protagonistas o ya conocidos porque, referido a esto último, nos sorprendió la grata visita que tuvimos de Jone y Mikel.
A Jone tuvimos la suerte de conocerla hacía pocas semanas en Donostia cuando se aproximó interesada en nuestras publicaciones y nos habló de su pareja Mikel, que posee inclinaciones literarias. En esa ocasión, tal y como señaló, se llevó dos libros: «¿Y por qué no?» y «La criadora».
Pues bien; el caso es que el sábado a mediodía recibimos su visita. ¿Os lo podéis creer? Jone y Mikel decidieron acercarse desde el País Vasco para conocernos. Para indagar de primera mano sobre nuestra apasionada trayectoria en esto de las letras y para, después de una más que fructífera charla, hacerse con un nuevo ejemplar dedicado de nuestra antología.
Ni que decir tiene que son cosas como estas las que te dicen que el mundo de las letras tiene mucho camino por delante ya sea en las grandes ciudades o lugares tan entrañables del mundo rural. Y es que hay que tener muy claro que lectores los hay y por muchos rincones.
Hoy estamos deseosos de continuar con esta gratificante trayectoria de literatura errante porque lo que se prevé viene a ser bueno. Muy bueno.
Gracias Ojacastro , gracias Adriana,
y enhorabuena por esta XIX edición de una feria asentada en este espectacular valle del Oja.
¡Nos leemos?