La magia surge en Sajazarra en la IV ruta literaria
Los acordes no tardaron en enredarse entre las piedras de la localidad, para elevarse a las alturas y acariciar las almenas del castillo y, ¿quién lo sabe? puede que algún dragón volador, dormitando en su abstrusa mazmorra, modulara una sonrisa al deleitarse con una música venida de la literatura. Porque el arte batió allí sus alas, en Sajazarra, una localidad de cuento rodeada por inabarcables majuelos preñados de racimos, que van tomando dulzor de la mano de las espléndidas jornadas veraniegas.