«Juntos sin fronteras» en el club de lectura de Treviana

Hace un par de años este saludable club de lectura de Treviana, leyó, destripó y se aventuró por los escenarios de «La criadora», una novela ambientada en La Rioja y sus calados. Fue un evento a recordar y con esos recuerdos, tras muchas lecturas, se eligió una nueva obra del mismo autor y miembro activo del citado club.

En esta ocasión fue «Juntos sin fronteras».

Un relato que no tiene nada que ver con «La criadora». Un relato que encaja perfectamente en el mundo en el que vivimos. Es una historia que, tal y como se expuso este pasado sábado 25 de mayo, no deja indiferente al lector. Y es que desde sus primeras páginas podemos visualizar a la pequeña Nicole, una mulata parisina, ofreciendo paquetes de bienvenida a los migrantes que logran alcanzar las costas del sur de Europa, del sur de España. En las siguientes líneas nos describe a un negro trajeado manejando el timón de un pequeño bote en un intento de dar con las costas africanas, es decir, en el sentido contrario al que lo hacen sus allegados. Y lo curioso de todo es que Modibo Edihh, protagonista de «Juntos sin fronteras», introduce un pequeño bote en el mar y bebe de él para saciar su sed. Y es que el agua filtrada obtenida puede semejarse al más cristalino elemento procedente de los manantiales de cadenas montañosas europeas, por poner un ejemplo.

De eso se habló el pasado sábado en Treviana. De eso y de cómo se encuentra el mundo en la actualidad. De los dispares personajes que afianzan el relato. Un relato que ofrece pinceladas del mundo en el que vivimos y nos anima a ampliar las perspectivas. Hablamos también de Wina, ese trotamundos que traspasa las fronteras, todas, de manera poco ortodoxa y que nos dice claramente que el mundo se reiría de nosotros si le preguntáramos cómo podemos desplazarnos hacia Europa, Asia, África, etcétera o le habláramos de la existencia de casi doscientos estados inventados por la humanidad.

Al final del libro a Wina le preguntan sobre cuál, en su opinión, es la frontera más difícil de traspasar en nuestros días. Él lo tiene claro y las últimas páginas del relato nos lo revelan.

Un evento intenso. De los de disfrutar, de los que animan a traspasar los límites que nosotros mismos nos imponemos gracias al devenir de nuestras vidas. Intensísimo del que disfrutamos hasta regresar a casa, a eso de las veintitrés horas de la noche.

¡Gracias compañeros de letras y amigos! ¡Gracias club de lectura de Treviana!

La próxima nos llevará a Japón y será «Tokio Blues» de Haruki Murakami

¡Nos leemos?

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