Este pasado puente de todos los santos, Literaria Kalean ha decidido colmarlo de literatura. El viernes, día festivo viajamos a Moreda de Álava, y el domingo, cargado de libros, aterrizamos en el mercado de productores locales de Valdegovía, en busca de buenos lectores.
Como decíamos, el día 1 nos trasladamos a Moreda de Álava, un bonito pueblo cercano a Viana donde se estableció un mercado de artesanos con gastronomía, artesanía y literatura dentro del recinto de la taberna Entre dos aguas. Y allí las artes plásticas también tuvieron su protagonismo. El taller de ilustración, donde nuestros amigos Jairo y Lucía nos contaron sus aventuras, tomaron valor de la mano de Haizea, una gran ilustradora y lectora que nos acompañó a lo largo de la mañana y que tiene un buen futuro por recorrer. Su ilustración fue el ejemplo de ello.
Y el domingo 3 de noviembre, regresamos a Álava. Una nueva cita nos esperaba en el fabuloso paraje de Valdegovía, donde los artículos de la huerta, kilómetro 0, se aproximaron al frontón del municipio, tal y como sucede cada primer fin de semana de mes. Productos locales y hechos con mucho mimo y cariño se mezclaron con nuestra literatura, con narrativa de ficción, no ficción e infantil.
La mañana estuvo repleta de buenos momentos y agradables conversaciones, tanto con compañeros como con aquellos que poseen el hábito lector y se aproximaban a charlar con estos dos locos de la literatura.
Y entre esa confluencia, entre el pintxo-pote, entre cerámica, lana, tejidos, cuero, madera…, unas lectoras se interesaron por la colección «Jairo y Lucía nos cuentan La Rioja». Supimos después que residían en Altable. Y es que Altable es un municipio que colinda con Treviana. Animados por hallar en Valdegovía a unas vecinas lectoras, Rosa y Clara, que así se hacen llamar, nos contaron que habían decidido pasar el domingo recolectando setas. Se hicieron con los dos títulos que hasta este momento posee la colección, es decir, con «La espina del esturión» y con «La geniecilla cantera». Pero no solo eso. Sucedió que Rosa y Clara, nos obsequiaron con una porción nada desdeñable de Cantharellus Lutescens denominada popularmente como angula de monte, que habían recogido en las primeras horas del día. Ni que decir tiene que esa misma noche nos dimos un homenaje con esas angulas salteadas en agradecimiento a estas vecinas que ya forman parte de esta aventura errante. Todo un lujo.
Mila esker Moreta eta Valdegovía-Gaubea!
Y así es como el hecho de entablar conversaciones con gente interesada en la lectura, te ofrece cosas como estas. Nosotros continuaremos con esta literatura errante, abiertos a nuevas conversaciones en nuevos municipios. ¿Quién sabe? Quizá algún día nos encontremos en alguno de nuestros talleres de ilustración, o mercados, o ferias, festivales, presentaciones, cursos, etcétera, y podamos charlar un rato. Nosotros estaremos encantados.
¿Nos leemos?