Desde Literaria Kalean estamos encantados de haber participado como ponentes -Ainara- en el 5º encuentro de Ruraltivity, de la mano de Fademur y Fundación Pepsico.
Aún seguimos repletos de la energía que ayer desprendía el auditorio de Caixabank de las Torres Kio de Madrid.
Sin duda, son actos como este, que dan el altavoz a emprendimientos rurales de todo el país por parte de mujeres, los que ofrecen esperanza a un cambio más que necesario en nuestra sociedad.
Porque en este encuentro las Torres Kio se llenaron de luz femenina con dispares proyectos, de transformación palpable, de la mano de más de 300 emprendedoras de muy distintos puntos de la nación. Cada cual con sus anhelos, con sus sueños por hallar la mejor manera de vivir en plena naturaleza y, además, de crear impacto social. Una vez más queda claro que el cambio se encuentra en cada un@ de nosotr@s.
En una mesa de 10 emprendimientos (en dos tandas de 5) moderados por Begoña Gómez, tuvimos la oportunidad de hablar del proyecto Literaria Kalean a todas las asistentes.
Ainara habló de nuestras tres líneas narrativas: ficción, no ficción y literatura infantil; y de la pasión que se origina por cada creación. Ya sean propias, o inclusive las que han llamado a nuestras puertas.
Habló también de la importancia de leer desde edades tempranas, de lo crucial que es conocer nuestro entorno, historia y gentes de cercanía. Nosotros lo tenemos claro, es ahí donde está la llave. En el cada vez más necesario contacto directo: en el tú a tú. Quizá en restar algo de tiempo a las nuevas tecnologías para hacer sitio de nuevo a las sonrisas de verdad, a los besos y a los abrazos que nos hurtó la pandemia. A ofrecer, mirando a los ojos, la fuerza, o la enhorabuena por dar cabida a una lucha, a una idea que surge de las ideas, para convertirse en convicción.
Surgió una magia indescriptible en cada conversación nacida de la espontaneidad al escuchar las siguientes palabras:
«soy… y dedico mi vida a dar forma a mi proyecto… «
Hicimos amigas, compañeras y uniones que hacen red.
Es el caso de Rocío, de Córdoba; de Vicky, de Murcia; de Marta, residente en un pueblo de la Sierra de Madrid; Maribel de Cuenca… y de tantas otras muchas que un buen día se arremangaron y tuvieron el valor de nadar a contracorriente para seguir los dictados de sus instintos. Un ejemplo de valor en esta sociedad que tarde o temprano tendrá que darse cuenta de que el mundo rural está más vivo que nunca.
Con parte de las compañeras de Fademur Rioja
Y es probable que de esto no se hubiera hablado sin la ayuda de Fademur, nuestras compañeras de La Rioja, Ruraltívity y el inestimable apoyo de la Fundación Pepsico, para dar visibilidad a esta, nuestra literatura errante.
Queremos dar las gracias desde nuestro pequeño rinconcito riojano a Fademur, a la Fundación Pepsico (en especial a Andrea Pont), y a cada emprendedora que ayer con su presencia nos dio apoyo a los que por primera vez acudimos a un encuentro tan especial.
Viviendo una experiencia como la pasada cobra más sentido el dicho:
La unión hace la fuerza.
¡Ánimo, con fuerza y un millón de gracias, compañeras!
¿Nos leemos?