El pasado miércoles, 21 de agosto, la IV ruta literaria se acercó a Sajazarra, municipio catalogado como uno de los más bonitos de nuestro país. Y nada más y nada menos que a un lugar al que tenemos un especial cariño: a su entrañable biblioteca municipal.
Hay que decir que resultó un encuentro mágico en aquellas horas vespertinas porque en las instalaciones de la biblioteca, una cuadrilla de peques no tardó en desplegar sus imaginaciones para colorear las aventuras de nuestros amigos, Jairo, el duendecillo de la vid, y Lucía, la cigüeña de alas moradas. Cada cual ofreció gloriosos matices a sus ilustraciones disfrutando de una tarde de verano diferente.
De seguido se impartió una tertulia literaria, moderada por Ainara de Literaria Kalean. Esta vez, Teodoro Balmaseda se fundamentó como invitado y autor de «Candelarias de la virgen», obra galardonada con el premio de LaFec Euskadi de narrativa, con la que recorre localidades de la mano de Isra y Jon, músicos de «La banda palestina» y «Terzero en discordia». Así fue como la música sonó a las puertas de la biblioteca congregando a los vecinos y paseantes y cautivándonos a todos los oyentes.
Y fue ahí cuando la magia se configuró con mayor esplendor, tras la exposición de «Candelarias de la virgen», más la trayectoria de S.H. López-Pastor, como literato errante y su apasionado encuentro con los lectores. De ese modo, los acordes no tardaron en enredarse entre las piedras de la localidad, para elevarse a las alturas y acariciar las almenas del castillo y, ¿quién lo sabe? puede que algún dragón volador, dormitando en su abstrusa mazmorra, modulara una sonrisa al deleitarse con una música venida de la literatura. Porque el arte batió allí sus alas, en Sajazarra, una localidad de cuento rodeada por inabarcables majuelos preñados de racimos, que van tomando dulzor de la mano de las espléndidas jornadas veraniegas.
Gracias Teodoro Balmaseda, Isra y Jon.
Gracias Dori y al ayuntamiento de Sajazarra.
Gracias peques ilustradores y grandes lectores por un encuentro inolvidable.
Gracias Sajazarra.
¿Nos leemos!