El pasado sábado celebramos nuestra séptima cita en el club de lectura. Abrimos el verano con esta entrañable historia que ya se suma a las anteriores:
«Caperucita en Manhattan» de Carmen Martín Gaite.
De todos es conocido el relato de Caperucita Roja creado por Charles Perrault a finales del siglo XVII gracias a que nos lo contaran de niños nuestros mayores. La obra de Gaite refleja una historia basada en aquel más que conocido cuento, pero ambientada en nuestros días (Caperucita en Manhattan fue escrita en 1990). Es por ello que la curiosidad tiende a despertarse al desear como lectores, conocer las analogías de esta trama mucho más moderna.
De primeras, la historia difiere en varios aspectos relevantes. Caperucita, que en esta ocasión es Sara Allen, no se introduce en un bosque, sino en una laberíntica ciudad de altísimos rascacielos, que es donde reside su abuelita. Una mujer resolutiva y dinámica. Asimismo ocurre con la protagonista del cuento que, al contrario que su predecesora, posee una profunda psicología. Es lista, rebelde y alegre. Aparece, como no podría ser de otra manera, la tarta de fresa. También Edgar Woolf, como un atípico lobo y empresario. Y un personaje que no deja a nadie indiferente: Miss Lunatic. Ella sirve de excusa para ofrecernos las pautas precisas para vivir con mayor libertad.
Y como es habitual en el club de lectura trevianense, el turno de palabra fue rotando ante la casi veintena de miembros que lo componemos para ir definiéndonos en gustos, costumbres y hábitos lectores. Cada cual los suyos, dando forma así a un grupo heterogéneo, diverso y con curiosos niveles de lectura.
Tortilla de patata, tarta, esta vez de chocolate y galletas, vino francés (obsequio de Eric) y también vino de Rioja. Regalo de marcapáginas divertidos…
¿Se puede pedir más?
Y como leer es un hábito y nos gusta ¡este club no cierra por vacaciones! Algun@s compañer@s faltarán, pero otros nos seguiremos congregando en torno a las letras e historias de las nuevas lecturas por descubrir. La próxima será el 23 de Julio, donde no sabemos si habrá tortilla, tarta de fresa o chocolate. Lo que sí tendremos es buena lectura y buena compañía.
¿Nos leemos?
Comparte esta entrada:
