Pese a que el día de ayer fue un buen ejemplo de jornada tórrida de agosto, en las piscinas de Viguera se respiró un ambiente festivo en torno a la literatura riojana.
De hecho, fueron unos cuantos los ilustradores que, tras su baño en las piscinas del municipio, se aproximaron al taller de ilustración protagonizado por nuestros personajes Jairo, el duendecillo de la vid y su inseparable amiga, Lucía, la cigüeña de alas moradas. La imaginación también voló por parte de los peques al describir mediante sus dibujos y pinturas los más diversos acontecimientos en esta bonita localidad que abre las puertas a la sierra camerana.
Y además hubo una gran sorpresa, por parte del consistorio, que animó, a crear un hábito lector a cada artista local. Esta sorpresa consistía en el obsequio de uno de nuestros títulos infantiles es decir, «La Rioja y sus pueblos entre cuentos», a cada participante del taller. Y fueron muchos los que adquirieron uno de los ejemplares firmados por sus creadores.
Además, como creadores de los títulos, nos sorprendió una vez más, que en Viguera existiese tanta precocidad en el hábito de la lectura entre los peques del municipio.
Yo quiero este. Expuso Jorge, un jovenzuelo que pronto llegará a la adolescencia, señalando un libro de «La Criadora».
Y se lo dedicamos. Claro que sí. Porque sin duda, Jorge se convertirá en un gran lector. Lo decían sus ojos, su actitud y esa manera de requerir lectura para este verano.
Eso nos llevó a una experiencia similar ocurrida también en Viguera hace poco tiempo. De hecho, ambos echamos en falta a una pequeña lectora de tan solo cuatro años. Según nos comentaron, se encontraba de vacaciones y le hubiese gustado estar presente en el taller de ilustración. Ella es Elena, una heroína de cuento.
Como veis, esta aventura literaria está llena de grandes sorpresas y, tras el taller con los peques y la charla presentación de adultos, nos fuimos encantados de regresar a Viguera, esta localidad que siempre nos trata genial.
Queremos agradecer al ayuntamiento, Álvaro y Marta, por esta apuesta por la cultura local y ese obsequio que, no cabe duda, se convertirá en un buen incentivo para esos futuros grandes lectores.
Gracias Viguera.
Y ya sabéis. La próxima parada será mañana en El Rasillo.
Todo el mundo queda invitado.
¡Nos leemos…?